Indestructibles: una propuesta fotográfica de Alfons Rodríguez con textos de Xavier Aldekoa para la sala de exposiciones del Espacio Joven Sur de Valladolid

A lo largo de más de dos años de trabajo, el proyecto Indestructibles documentó las historias de 11 niños y niñas en 10 países africanos como reflejo de los logros y retos de un continente diverso y en constante evolución. Pero ésta no es una exposición fotográfica de ganadores, aunque sus protagonistas a veces triunfen. Tampoco de perdedores, aunque algunas de estas historias tengan finales amargos.

Los autores, Alfons Rodríguez y Xavier Aldekoa, hacen un recorrido por 10 países del continente africano y nos muestran la vida y las oportunidades de África. Como a pesar de las dificultades (pobreza, enfermedades, violencia, desigualdad…), los menores africanos miran cara a cara al mundo con optimismo, con ganas de salir adelante, de vivir y de mejorar.

Las 10 historias y el epílogo de la muestra, compuesta por 44 fotografías, son una ventana a una África compleja; a un continente, o parte de él, que cambia y se transforma. Esta exposición es un recorrido por un territorio joven, enérgico y dinámico. Repleto de personas que avanzan como pueden. Y que, cuando las cosas se tuercen, intentan ser indestructibles y salir adelante.

La selección de imágenes de esta muestra, cofinanciada por la Junta de Castilla y León busca, desde el próximo viernes, día 15 y hasta el 5 de diciembre, ir más allá de la herida y de una visión negativa de la realidad africana en las tres ciudades que visitará. La muestra presenta historias de niños y adolescentes cómo protagonistas activos de sus vidas. Indestructibles tiene como objetivo tender un puente de aprendizaje y respeto hacia una infancia africana que, gracias a su capacidad de superación y fortaleza, se revuelve ante su destino.

‘Indestructibles’ nos acerca la realidad de optimismo y fortaleza de África a través de la historia de 11 niños y niñas.

Son historias como la de Margaret que, aunque tuvo casarse con 13 años, lucha para que eso no le pase a ninguna niña más; la de Joad, que trabaja durante horas en el huerto familiar pero que no deja de ir a la escuela porque de mayor quiere ser doctor; la de los niños y niñas de la calle de Beira (Mozambique); la de la violencia a la que se enfrentan los menores de República Democrática del Congo; la del hambre de Malí… “Pero siempre con un mensaje realista y positivo”, explican los autores.