La noche oscura: una propuesta del alumnado de Imaginarte para la sala de exposiciones del Espacio Joven Sur

La noche oscura

‏Para el trabajo cooperativo de este año hemos mezclado dos noches en una misma intención poética, la Noche estrellada de Van Gogh y la noche oscura de un cantar de Juan de Yepes Álvarez, más conocido como San Juan de la Cruz (nos hemos acercado a él como poeta, no como santo). Dos artistas, pintor y poeta, lejanos en el tiempo y en muchas otras cosas, pero cercanos en su manera de sentir y de relacionarse con el mundo. De sus trabajos, de sus pasiones, salen estas noches que nos enseñan a ver el cielo más intenso, más enorme y misterioso frente a la pequeñez de las vidas individuales.

“Su claridad nunca es escurecida, y sé que toda luz della es venida”, dice el poeta. “A menudo me parece que la noche es mucho más viva y rica en colores que el día”, dice el pintor. Las dos miradas, capaces de ver luz y certeza en la oscuridad, se convierten en palabras, en colores, en rimas, en “líneas profundamente sentidas”, así las llamaba Van Gogh, para expresar la grandeza del cielo estrellado que desde siempre cautiva nuestra imaginación y curiosidad”.

Ambos, pintor y poeta, cuestionaron la sociedad en la que les tocó vivir, criticaron la autocomplacencia y la comodidad de los convencionalismos. Ambos crearon sus noches desde un encierro físico: la cárcel para el poeta, una minúscula y oscura celda sin útiles de escritura (compuso de memoria sus poemas, una de las más altas cimas de la literatura en castellano); la habitación de un manicomio para el pintor, en la que intentaba calmar la impetuosidad de sus sentimientos (con poco éxito: “¿No es más importante la intensidad del pensamiento que unas pinceladas tranquilas?”). Uno y otro, desde esa dura oscuridad, ahora nos dan luz. Ha sido bonito juntarles durante estas semanas de trabajo.

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